Gracias a vos,
a tu orgullo,
a tu encanto,
a la forma en que consumís mis deseos,
a tu forma,
a tus celos,
a lo más lindo de tu risa,
a tus muecas,
a la línea de tu espalda,
a cada rayo de esplendor,
a tus suspiros eternos,
a tus secretos,
a tu cariño,
a tus insultos,
a tu rencor,
a tu estúpida forma de encantarme,
a tu rechazo,
a tus mentiras,
a tu envidiable manera de persuadirme,
a tus manos de cielo,
a cada centímetro de tu cuerpo,
a tu vanidad,
a tu instinto protector,
a tu forma de hablar,
a tus palabras insulsas,
a tu pasado,
a tu extremo seductor,
a tu detestable egocentrismo,
a tu inteligencia,
a tu marginada voluntad,
a tus vacíos,
a tus idas y vueltas,
y a tu interacción con el entorno.
Gracias a mí,
a los sentidos,
al arte y sus colores,
y a las millones de expresiones,
respuestas y sorpresas
del universo.